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Durante los primeros nueve meses de 2025, la SUNAT reportó un incremento del 12,5 % en la recaudación tributaria respecto al mismo período del año anterior, consolidando así una tendencia sostenida de recuperación fiscal tras dos años marcados por la volatilidad económica y una menor presión tributaria.

Este desempeño positivo obedece a una combinación de factores: la reactivación gradual del consumo interno, el mayor dinamismo de sectores exportadores —como la minería, la agroindustria y los servicios logísticos—, así como el fortalecimiento de la gestión recaudadora, impulsado por herramientas de fiscalización digital y cruces masivos de información.

En paralelo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha destacado que este repunte amplía el espacio fiscal del país y respalda los programas de gasto público e inversión social previstos para el cierre del ejercicio.

No obstante, resulta fundamental que este aumento en la recaudación se traduzca en una mejora tangible de los servicios básicos que el Estado brinda a la población, y no derive únicamente en una mayor carga sobre el empresariado formal. Un sistema tributario equilibrado debe también incentivar la formalización de las actividades informales, garantizando así una distribución más equitativa y sostenible de la carga impositiva.

En este contexto, las empresas peruanas enfrentan una nueva etapa, en la que el cumplimiento tributario preventivo y la gestión eficiente de riesgos fiscales se consolidan como factores clave para mantener operaciones competitivas y sostenibles en un entorno de mayor escrutinio por parte de la Administración Tributaria.

Algunos Factores que explican el aumento de la recaudación:

De acuerdo con los reportes preliminares de la SUNAT y el MEF, el crecimiento de la recaudación se explica por tres factores principales:

  1. Mejor desempeño económico general: el PBI mantiene una variación positiva cercana al 3 %, lo que ha impulsado las ventas internas y las importaciones.
  2. Recaudación extraordinaria del Impuesto a la Renta: producto de utilidades empresariales acumuladas en 2024 y de mayores retenciones a no domiciliados.
  3. Fiscalización más intensiva: la SUNAT ha fortalecido sus operativos en sectores de alto riesgo fiscal, especialmente en servicios digitales, agroindustria y comercio exterior.

Implicancias para las empresas

El incremento sostenido de la recaudación no necesariamente refleja un entorno económico más favorable. El país atraviesa una coyuntura de inestabilidad política —tras la vacancia de la presidenta Dina Boluarte y la asunción del presidente del Congreso, José Jerí Oré—, junto con un deterioro de la seguridad ciudadana que afecta directamente la actividad productiva.

En medio de esta incertidumbre, la SUNAT ha mantenido una fiscalización intensiva orientada a sostener la recaudación y ampliar la base tributaria. Entre las principales tendencias destacan el uso de inteligencia artificial para cruces masivos de información, la revisión de gastos deducibles y crédito fiscal en operaciones con proveedores observados o servicios intragrupo, y la supervisión reforzada de transacciones internacionales, especialmente en materia de precios de transferencia y pagos al exterior.

Frente a ello, las empresas deben fortalecer sus controles tributarios internos, asegurar la trazabilidad de sus operaciones y revisar sus políticas contables y fiscales antes del cierre del ejercicio 2025. Una gestión tributaria preventiva y estratégica será clave para mitigar riesgos y preservar estabilidad operativa en un entorno económico y político cada vez más exigente.

Lo que se espera hacia fin de año

El MEF proyecta que la recaudación total de 2025 crecerá más de 10 %, impulsada por la recuperación del IGV interno, un mayor control de la evasión mediante la interoperabilidad con otras entidades del Estado y acciones de cobranza orientadas a optimizar la recaudación efectiva.

Sin embargo, este avance ocurre en un contexto político incierto, tras la reciente transición presidencial, y en medio de una creciente inseguridad ciudadana que afecta la confianza empresarial. El verdadero desafío será que este aumento de ingresos fiscales se traduzca en mejoras reales en los servicios públicos y en políticas que promuevan la formalización y competitividad, evitando mayor presión sobre el empresariado formal.

En este escenario de fiscalización cada vez más rigurosa, las empresas que fortalezcan una cultura de cumplimiento preventivo y mantengan documentación sólida estarán mejor preparadas para afrontar revisiones de la SUNAT. En Araya & Cía. Abogados, acompañamos a nuestros clientes en la implementación de buenas prácticas tributarias y contables, brindando asesoría estratégica y asegurando declaraciones completas, actualizadas y debidamente sustentadas frente a cualquier proceso de fiscalización.

Olga Sánchez C.

ASOCIADO

Gerente General Araya & Cía.