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Por Jazmin Ramos, abogada de Araya & Cía.

En el competitivo sector agroexportador, donde la calidad, trazabilidad y reputación son activos esenciales, la marca se ha convertido en uno de los patrimonios más valiosos de cualquier empresa. No es solo un nombre o un logotipo: es un sello de confianza para compradores internacionales, un vehículo comercial que habilita el posicionamiento del productor y un activo legal que puede ser defendido, monetizado y escalado. Por ello, blindar la marca mediante un registro formal no es una opción; es una estrategia de supervivencia y crecimiento para las empresas agroexportadoras.

  1. ¿Por qué registrar tu marca en el sector agroexportador?

En el Perú, el crecimiento del sector agroexportador ha atraído a nuevos competidores, marcas similares y, en algunos casos, imitaciones que buscan aprovecharse del prestigio ajeno. Registrar una marca permite a la empresa agroexportadora:

  • Protección ante riesgos de copia o uso indebido por parte de terceros.
  • Consolidación su reputación en mercados internacionales donde la trazabilidad de origen es clave.
  • Aumento del valor comercial de sus productos en un mercado donde la diferenciación es vital.
  • Facilitación de alianzas, contratos y exportaciones, ya que muchos compradores exigen acreditación de titularidad.

Sin un registro de marca, cualquier negocio agroexportador corre el riesgo de perder su identidad comercial, incluso si ha operado durante años en el mercado.

  1. La Decisión 486 de la Comunidad Andina: El marco que protege tu marca

El registro marcario en el Perú se rige por la Decisión 486 de la Comunidad Andina, una norma supranacional que establece criterios uniformes de protección en Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia. Este marco comunitario brinda una ventaja estratégica para las empresas agroexportadoras que buscan posicionar y proteger sus marcas en mercados regionales donde la trazabilidad y diferenciación son esenciales.

Con base en esta normativa supranacional —complementada por los reglamentos y directivas nacionales emitidas por INDECOPI— el proceso de registro es administrado por dos instancias especializadas: la Dirección de Signos Distintivos, encargada de la evaluación técnica y legal de las solicitudes, y la Sala Especializada en Propiedad Intelectual, que actúa como instancia resolutiva en caso de impugnaciones, oposiciones o apelaciones. Ambas entidades verifican que el signo cumpla con los requisitos de registrabilidad previstos en la Decisión 486 y que no entre en conflicto con marcas previamente registradas o solicitadas.

  1. El proceso de registro: rápido, estratégico y accesible

El procedimiento ante INDECOPI consta de cuatro etapas:

  1. Búsqueda fonética y figurativa: permite saber si existen marcas similares; es el paso clave para evitar oposiciones.
  2. Presentación de la solicitud: indicando clase NIZA correspondiente (por ejemplo, clase 29, 31 o 35 para productos y servicios agro).
  3. Examen de forma y publicación en el Diario Oficial El Peruano para posibles oposiciones.
  4. Examen de fondo y otorgamiento de registro.

En condiciones normales, el proceso puede durar entre 4 y 6 meses. Comparado con el costo-beneficio, es una de las inversiones legales más rentables del sector.

  1. ¿Qué pasa si no registro mi marca?

La respuesta es simple: te arriesgas a perderla. Un tercero podría registrar primero un signo igual o similar y solicitar el retiro de tus productos del mercado, impedir exportaciones o incluso iniciar acciones legales.

En el sector agro, donde las campañas de exportación son intensas y están calendarizadas, un conflicto de marca puede paralizar envíos enteros.

  1. Conclusiones

En un mercado agro cada vez más competitivo, la marca es el terreno donde las empresas construyen su prestigio. Protegerla mediante el registro ante INDECOPI —bajo los criterios de la Decisión 486— es una decisión estratégica que resguarda tu inversión, fortalece tu presencia internacional y te permite operar con la seguridad de que tu identidad empresarial es solo tuya.

En Araya & Compañía Abogados, acompañamos desde hace más de 20 años a empresas agroexportadoras en la protección estratégica de sus activos intangibles, especialmente aquellos vinculados a su identidad comercial y posicionamiento internacional. Nuestro equipo especializado en propiedad intelectual asesora en búsquedas de registrabilidad, registro de marcas nacionales y comunitarias, defensa frente a oposiciones, vigilancia marcaria y gestión de portafolios para mercados de destino. Si su empresa busca blindar su marca y asegurar la continuidad de sus exportaciones con seguridad jurídica, estamos preparados para ofrecerle un acompañamiento legal integral y orientado al crecimiento.